La soda es por excelencia el mixer o mezclador perfecto para un destilado pues permite crear un cóctel con una sensación burbujeante de crispi como la que obtenemos cuando consumimos Coca Cola. Además que le aporta al coctel un sabor carbonatado, como mineral.
Al mezclar el destilado con más cosas como la soda, el hielo, frutas, botánicos y azúcares es que vamos transformando una bebida destilada donde predomina el alcohol en un cóctel. Es la forma de bajar, balancear el alcohol y aportarle sabores, notas y sensaciones más gustosas y amigables para el paladar.
Es por eso que hoy en día existe en países como Colombia puestos especializados en vender sodas con hielo, frutas, botánicos y Jarabes (syrups) que nos imprimen una sensación refrescante y que son muy ganadores en un país tropical como el nuestro para bajar el calor.
A continuación tenemos algunas recomendaciones para servir y beber la soda:
1. Temperatura ideal:
Una soda fría siempre retiene mejor el gas disuelto y por lo tanto se logra un producto más frizzante y refrescante. Se recomienda beberla entre 5ºC y 8º C.
2. Uso de Hielo:
No lo consideramos un enemigo, aunque al derretirse, aporta agua sin gas a la bebida, lo cual diluye la concentración de gas carbónico en el agua. Por lo tanto, el resultado sería soda menos chispeante o más “floja” y no se sentiría tanto la sensación de la burbuja en boca o el crispi.
3. Burbujas:
Para conservar las burbujas lo ideal es reducir al máximo toda agitación del producto, porque los movimientos bruscos generan una mayor expulsión o pérdida de gas, tanto en la soda como en todas las bebidas carbonatadas. Eso reduce su sabor frizzante. Para ello, debe servirse en forma pausada (no violenta) y si es posible contra las paredes del vaso y no contra la masa de líquido que esté en el centro. Mejor dicho igual como se sirve una cerveza, para no perder su carbonatación.
4. Sifón de metal o de plástico:
En países muy consumidores de soda como Argentina y México es común ver el sifón, en Colombia encontramos más la botella de vidrio. En el caso de la botella de vidrio o plástica se recomienda la botella pequeña por qué mantiene más carbonatación cada ves que servimos un sorbo a diferencia de la botella plástica de 2 litros que va perdiendo gas cada ves que la abrimos.
En los países más consumidores el sifón de vidrio representa lo tradicional, el origen, es más icónico, mientras que el sifón de plástico es más liviano, es mejor para el uso de toda la familia, tiene menos roturas y menos riesgo.
5. Vaso corto:
Algunos sugieren que es el vaso indicado, pero quizás haya algo de tradición. Lo que es cierto es que degustar una soda recién servida con todo su potencial de sabor y carbonatación en una menor concentración de ml dado el vaso corto siempre será mejor.
6. ¿Con vino, con vermú, con qué otros tragos?
En todos los casos, siempre con soda. Con el auge de la coctelería cada ves es más común usar soda con el vino y frutas como cuando hacemos la sangría española o cuando le agregamos a un vino blanco soda para crear un spritzer (en alemán) es una bebida alta y fría. O cuando al Vermu que es un vino con especies y ajenjo le agregamos soda. Y de hablar de la infinidad de cocteles que se pueden hacer con destilados ( Rones, wiskis, vodka, Mezcal) con soda.
7 ¿Qué hace que una soda sea de calidad?
Su elaboración. Una buena soda tiene una carbonatación estable, chispeante y bien balanceada, con un sabor puro. Para lograrlo, el agua pasa por un proceso riguroso de filtrado, purificación y carbonatación antes del envasado.
Mejor dicho sin la soda no podríamos lograr tener esa sensación burbujeante en la boca que tanto nos gusta.